jueves, 31 de mayo de 2007

Aguantando y mejorando en salud

Como envidio a la gente que vive sola y en paz, en cambio la convivencia con gente que uno no quiere y no solo eso sino que molestan, provocan (siempre que estén en ventaja), interrumpen cuando uno esta ocupado, andan mirando lo que uno hace, cuando uno come te miran el plato como si fuera un cerdo. Siempre en mi vida me morí del hambre, hasta de chiquito no tenía ni ropa, mientras que el verdadero cerdo-lobo en disfraz de oveja fagocitaba todo como un puerco. Ese sucio, hediondo y vanidoso ser asqueroso tuvo mucho que ver para que el perfume del recuerdo de mi infancia sea el de la mierda. Ese individuo hizo que mi infancia fuera una verdadera tortura.

Como todo ser basura tiene que tapar sus mierdas y que mejor que ponerse un disfraz de oveja para parecer bueno. Un gran actor, mientras haya algo de su interés hace creer que es una "joya" de persona que siempre es correcto pero lo conozco se que hay debajo del disfraz que gente que lo ve frecuentemente ni siquiera se da una idea del monstruo que es. Ventajista, fanfarrón, egoísta, vanidoso, violento, envidioso, desagradable, mentiroso, traicionero, interesado, hediondo, sucio, alcahuete y me quedo corto. Nunca conocí a alguien peor.
Los políticos corruptos tienen mucho de parecido, joyas con las palabras y cagadores con los hechos.
Que buen manipulador, ese debería ser político partidario, hasta creo que le gana a Menem.

Cambiando de tema y con respecto a la salud estoy mejor. Aunque siempre encuentran la manera de joderme los instantes tranquilos, ahora solo cierro la puerta y punto ni siquiera semiabierta. Es más ni siquiera voy a hablar, mudo siempre hablando hacía dentro en mi cabeza. Esta bueno eso de poder pensar las palabras sin decirlas.

Nota: Mi vieja no me pudo abortar, ¿Por qué? Porque ya no podía hacerlo más veces. Uno nunca elije la familia y siempre puede ser peor, siempre...

Para terminar y para colmo, tuve que ver de chico cuando mi viejo le pego una trompada en la cien a mi vieja. ¡Que linda infancia feliz!, cuanto veneno tengo encima y que me sigo tragando.

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