jueves, 3 de mayo de 2007

Frases de grandes personajes de la historia

Francisco De Quevedo (1580-1645)

  • Bien acierta quién sospecha que siempre yerra (equivocarse.)
  • El exceso es el veneno de la razón.
  • El que quiere de esta vida todas las cosas a su gusto, tendrá muchos disgustos.
  • Todos los que parecen estúpidos, lo son y, además también lo son la mitad de los que no lo parecen.
  • Quien no ama con todos sus cinco sentidos a una mujer hermosa, no estima a la naturaleza su mayor cuidado y su mayor obra.
  • Por nuestra codicia lo mucho es poco; por nuestra necesidad lo poco es mucho.
  • Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir.
  • Qué plaga, qué aburrimiento, qué tedio es tener que tratarse con ellas mayor tiempo que los breves instantes en que son buenas para el placer. (en esta no comparto)
  • Uno a uno, todos somos mortales; juntos, somos eternos.
  • Sólo el que manda con amor es servido con fidelidad.
  • Nunca mejora su estado quien muda solamente de lugar y no de vida y de costumbres.
  • Los que de corazón se quieren sólo con el corazón se hablan.
  • No hay verdadero amor donde hay alguna sospecha.
  • La soberbia nunca baja de donde sube, pero siempre cae de donde subió.
  • El agradecimiento es la parte principal de un hombre de bien.
  • Creyendo lo peor, casi siempre se acierta.
  • Apocarse es virtud, poder y humildad; dejarse apocar es vileza y delito.
  • Lo mucho se vuelve poco con desear otro poco más.
Friedrich Wilhelm Nietzsche (Röcken 1844 - Weimar 1900)


  • Bendito sea el que olvida,. porque a él le pertenece el paraíso
  • El amor y el odio no son ciegos, sino que están cegados por el fuego que llevan dentro.
  • El casarse es terminar una serie de pequeñas tonterías con una gran estupidez.
  • El cristianismo dio de beber veneno a Eros: este, ciertamente, no murió, pero degeneró convirtiéndose en un vicio.
  • El gran estilo nace cuando lo bello obtiene la victoria sobre lo enorme.
  • El Hombre, en su orgullo, creó a Dios a su imagen y semejanza.
  • El que niega su propia vanidad suele poseerla en forma tan brutal, que debe cerrar los ojos si no quiere despreciarse a sí mismo.
  • El remordimiento es como la mordedura de un perro en una piedra: una tontería.
  • El sexo es una trampa de la naturaleza para no extinguirse.
  • Es inhumano bendecir cuando nos han maldecido.
  • Es preferible morir a odiar y temer: es preferible morir dos veces a hacerse odiar y temer.
  • Fe significa no querer saber la verdad.
  • Hay espíritus que enturbian sus aguas para hacerlas parecer profundas.
  • Hay que volver a la muchedumbre, su contacto endurece y pule, la soledad ablanda y pudre.
  • Hay siempre algo de locura en el amor; pero siempre hay algo de razón en la locura.
  • La buena memoria es a veces un obstáculo al buen pensamiento.
  • La única diferencia entre Dios y yo es que yo existo.
  • La mujer comprende al niño mejor que el hombre, pero el hombre es más niño que la mujer.
  • La vida es un instinto de desarrollo, de supervivencia, de acumulación de fuerzas, de poder.
  • Lo que me entristece no es que me hayas mentido, sino que ya nunca más podré confiar en ti.
  • Nada es más necesario que la verdad y, con relación a ella, todo lo demás no tiene más que un valor de segundo orden.
  • No querer mortificar, no querer herir a nadie, puede ser lo mismo una muestra de justicia como de timidez.
Albert Einstein (14 de marzo de 1879 - 18 de abril de 1955)
  • Cada día sabemos más y entendemos menos.
  • Comienza a manifestarse la madurez cuando sentimos que nuestra preocupación es mayor por los demás que por nosotros mismos.
  • Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí la mejor de todas: La Paz.
  • Dios es astuto pero no malicioso» (frase dicha acerca de las implicaciones del principio de incertidumbre de Heisenberg).
  • El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir.
  • El mundo no está amenazado por las malas personas, sino por aquellos que permiten la maldad.
  • El respeto irreflexivo por cualquier autoridad es el mejor enemigo de la verdad.
  • En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento.
  • Hay dos cosas que son infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy tan seguro.
  • La debilidad de actitud se vuelve debilidad de carácter.
  • La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa.
  • La alegría de ver y entender es el más perfecto don de la naturaleza.
  • La diferencia entre el pasado, el presente y el futuro es sólo una ilusión persistente.
  • La formulación de un problema es más importante que su solución.
  • La mayoría de las ideas fundamentales de la ciencia son esencialmente sencillas y, por regla general pueden ser expresadas en un lenguaje comprensible para todos.
  • La palabra progreso no tiene ningún sentido mientras haya niños infelices.
  • Las grandes almas siempre se han encontrado con una oposición violenta de las mentes mediocres.
  • Lo enteramente incomprensible del mundo es que sea comprensible.
  • Yo nunca pienso en el futuro. Viene demasiado rápido.
  • Nunca consideres el estudio como una obligación sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravillosos mundo del saber.
  • ¿Qué sabe el pez del agua donde nada toda su vida?
  • Quien crea que su propia vida y la de sus semejantes está privada de significado no es sólo infeliz, sino que ni siquiera es capaz de vivir
  • No sé con qué armas se luchara en la tercera Guerra Mundial, pero sí sé con cuáles lo harán en la cuarta Guerra Mundial: Palos y mazas.

Aristóteles (Estagira, Macedonia 384 adC - Calcis 322 adc)
  • Avaro es el que no gasta en lo que debe, ni lo que debe, ni cuanto debe.
  • Considero más valiente al que conquista sus deseos que al que conquista a sus enemigos, ya que la victoria más dura es la victoria sobre uno mismo.
  • El arte es un tipo de conocimiento superior a la experiencia
  • El castigo del embustero es no ser creído aún cuando diga la verdad.
  • El ignorante afirma; el sabio duda y reflexiona.
  • El sabio no dice nunca todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice.
  • El verdadero discípulo es el que supera al maestro.
  • En parte, el arte completa lo que la naturaleza no puede elaborar, y en parte, imita a la naturaleza.
  • La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas.
  • La dignidad no consiste en nuestros honores sino en el reconocimiento de merecer lo que tenemos.
  • La esperanza es el sueño del hombre despierto.
  • La inteligencia consiste no sólo en el conocimiento, sino también en la destreza de aplicar los conocimientos en la práctica.
  • La ventaja que sacarás de la filosofía será hacer sin que te lo manden, lo que otros harán por temor a las leyes.
  • Lo que tenemos que aprender lo aprendemos haciéndolo.
  • Los sabios tienen sobre los ignorantes las mismas ventajas que los vivos sobre los muertos; que la sabiduría es un adorno en la prosperidad y un refugio en la adversidad.
  • No es la forma de gobierno lo que constituye la felicidad de una nación, sino las virtudes de los jefes y de los magistrados.
  • No tiene ningún amigo el que tiene demasiados amigos.
  • Nuestro carácter es el resultado de nuestra conducta.
  • Sólo hay un principio motriz: el deseo.
  • Un error mínimo al principio puede ser máximo al final.
  • Un estado es gobernado mejor por un hombre bueno que por unas buenas leyes.
  • El alma es aquello por lo que vivimos, sentimos y pensamos.
  • El ser humano es un ser social por naturaleza.
  • La amistad perfecta es la de los buenos y de aquellos que se asemejan por la virtud. Ellos se desean mutuamente el bien en el mismo sentido.

Proverbios chinos

  • Cuando el dinero habla, la verdad calla.
  • Cuando se apunta la Luna, el tonto se queda mirando el dedo.
  • El dragón inmóvil en las aguas profundas se convierte en presa de los cangrejos.
  • El árbol más fuerte y frondoso vive de lo que tiene debajo.
  • El que ha desplazado la montaña es el que comenzó por quitar las pequeñas piedras.
  • El sabio no dice lo que sabe y el necio no sabe lo que dice.
  • El trabajo del pensamiento se parece a la perforación de un pozo: el agua es turbia al principio, más luego se clarifica.
  • Ganar un proceso es adquirir una gallina y perder una vaca.
  • La lengua resiste porque es blanda; los dientes se quiebran porque son duros.
  • Las buenas fuentes se conocen en las grandes sequías; los buenos amigos, en las épocas desgraciadas.
  • Los bellos caminos no llevan lejos.
  • Más difícil que abrir una tienda para comerciar es mantenerla abierta.
  • Me lo contaron y lo olvidé, Lo vi y lo entendí, Lo hice y lo aprendí." (Confucio, 551-479 a. C.)
  • Nada falta en los funerales de los ricos, salvo alguien que sienta su muerte.
  • Nunca se pierden los años que se quita una mujer; van a parar siempre a cualquiera de sus amigas.
  • Quien cede el paso se ensancha el camino.
  • Si haces planes para un año, siembra arroz. Si los haces para dos lustros, planta árboles. Si los haces para toda la vida, educa a una persona.
  • Un hombre tiene la edad de la mujer a la que ama.
  • Un viaje de diez mil kilómetros empieza por un solo paso.
  • Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorrarás disgustos. (Confucio, 551-479 a. C.)
  • Si un problema tiene solución, ¿para que preocuparse? y si no tiene solución, ¿para que preocuparse?.
  • La tontería se sitúa siempre en primera fila para ser vista, la inteligencia, por el contrario, se sitúa detrás para observar.
  • El perro en la perrera se rasca las pulgas; el perro que caza no las tiene.

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