viernes, 3 de agosto de 2007

Sexualidad, psicologia (Parte I) Inversión

Este post fue inspirado por unos blogs de temática amorosa entre dos personas del mismo sexo. La idea fue originada pero no solo toma el rumbo de la sexualidad (según el psicoanálisis) entre personas del mismo sexo sino a mi parecer resulta más valioso el exponer sobre todos los tipos de sexualidad que aparecen en este libro. Es muy largo así que si quieren tenerlo completo me envían un mail haciendo clic en la imagen de "Guillo mail" y se los envío. Voy a tratar de exponer todos los temas tratados según Freud en sucesivos post.

TRES ENSAYOS PARA UNA TEORÍA SEXUAL

1.- LAS ABERRACIONES SEXUALES(*)

PARA explicar las necesidades sexuales del hombre y del animal supone la Biología la existencia de un «instinto sexual», del mismo modo que supone para explicar el hambre de un instinto de nutrición. Pero el lenguaje popular carece de un término que corresponda al de «hambre» en lo relativo a lo sexual. La ciencia usa en este sentido la palabra libido.

La opinión popular posee una bien definida idea de la naturaleza y caracteres de este instinto sexual. Se cree firmemente que falta en absoluto en la infancia; que se constituye en el proceso de maduración de la pubertad, y en relación con él, que se exterioriza en los fenómenos de irresistible atracción que un sexo ejerce sobre el otro, y que su fin está constituido por la cópula sexual o a lo menos por aquellos actos que a ella conducen.

Existen, sin embargo, poderosas razones para no ver en estos juicios más que un reflejo harto infiel de la realidad. Analizándolos detenidamente, descubrimos en ellos multitud de errores, inexactitudes e inadvertencias.

Antes de entrar en su discusión fijaremos el sentido de los términos que en la misma hemos de emplear. La persona de la cual parte la atracción sexual la denominaremos objeto sexual, y el acto hacia el cual impulsa el instinto, fin sexual. La experiencia científica nos muestra que tanto respecto al objeto como al fin existen múltiples desviaciones, y que es necesaria una penetrante investigación para establecer las relaciones que dichas anormalidades guardan con lo considerado como normal.

(1) DESVIACIONES RESPECTO AL OBJETO SEXUAL

A la teoría popular del instinto sexual corresponde la poética fábula de la división del ser humano en dos mitades -hombre y mujer-, que tienden a reunirse en el amor.

Causa, pues, una gran extrañeza oír que existen hombres y mujeres cuyo objeto sexual no es una persona de sexo contrario, sino otra de su mismo sexo. A estas personas se las denomina homosexuales; o mejor, invertidas, y el hecho mismo, inversión. Su número es muy elevado, aunque sea difícil establecerlo con alguna exactitud.

A) LA INVERSIÓN

Conducta de los invertidos.- Los invertidos se conducen muy diferentemente unos de otros:

a) Son invertidos absolutos; esto es, su objeto sexual tiene necesariamente que ser de su mismo sexo, no siendo nunca el sexo opuesto objeto de su deseo sexual, sino que los deja fríos o despierta en ellos manifiesta repulsión sexual.

Los invertidos absolutos masculinos son, en general, incapaces de realizar el acto sexual normal o no experimentan placer alguno al realizarlo.

b) Son invertidos anfígenos (hermafroditas psicosexuales); esto es, su objeto sexual puede pertenecer indistintamente a uno u otro sexo. La inversión carece, pues, aquí de exclusividad.

c) Son invertidos ocasionales, o sea que bajo determinadas condiciones exteriores -de las cuales ocupan el primer lugar la carencia de objeto sexual normal y la imitación pueden adoptar como objeto sexual a una persona de su mismo sexo y hallar satisfacción en el acto sexual con ella realizado.