Los recuerdos me llevan a extrañar tu cuerpo, tu mirada apasionada, a tu boca que me ha besado incontables veces y con esos juegos de labios y lengua que tanto nos gustaba, tu sudor con su delicado aroma impregnándose sobre mi piel, tus palpitaciones mezcladas con un hermoso cambio de ritmo en tu respirar, tus sensaciones al sentir mis labios en tu cuello, el movimiento de tus pechos delicados tan dulces y erectos cuando mi boca (que era tuya) te los comía, amaba tu movimiento de cintura y sentir ese movimiento con mis manos especialmente cuando estabas sobre mi, con cuanta belleza con cuanta pasión me hacías sentir tu cuerpo, me encantaba desvestirte suavemente y jugar hasta encender tu llama tanto que podía sentir tu ardor ese ardor que solo más fuego podía apagar y esa sensación de que a ti había que amarte con cuerpo y alma, contigo era a todo ó nada.
Nena, simplemente me volvías loco.
Tengo que confesarte que me encantaba tener tu aroma en mis sabanas, me hacía recordarte, me hacían extrañarte menos pensando que estabas todavía junto a mi. Cuanta pasión, éramos uno sintiendo la locura momentánea y desvaneciendo la percepción del tiempo te podría jurar que no existía nada más éramos solo tu y yo. Si supieras todo lo que te has llevado encapsulándolos en experiencia y guardándolo en tu memoria. No me olvides, pues yo jamás me olvidaré de ti.
Nota: Basado sobre experiencia propia y levemente modificado.