En los días que estuve en Escobar (zona poco desarrollada), me di cuenta del valor que tiene la frase que puse: “la vida es hermosa, no hay que dejar que otras personas la hagan parecer una mierda” y es tal cual. Estuve mucho mejor que dándole importancia a personas idiotas y estuve solo ocupándome por lo mío y de lo que estaba haciendo.
Cambiando de tema, un capitulo merecería la gansa, allá tienen dos gallinas y una gansa y esa gansa parece polar en plena nevada se metía al fuenton con agua que le puse por las dudas de que la loca se meta a jugar y se metió nomás con agua fría y copos de nieve dándole cabezazos al agua y metiendo el cogote más no poder. La miraba perplejo, ¿Cómo puede ser que disfrute tanto del agua helada? ¿No tiene frío? Luego masticaba el agua, también hace ruido como a serpiente y pica. Si lo sabré un poco más y me quedo sin uno de mis “gemelos”. Eso sucedió cuando teníamos que atraparla para cortarle las alas para que no vuele (se le cortan un poco las extremidades), con las gallinas lo mismo pero estas vuelan poco aunque lo suficiente para salirse del alcance de uno.
Es los últimos días estuve viendo demasiado al piojo y como desinstalé los juegos que tenía en la mi PC, mi vieja le compro unas paletas de ping-pong y cuando vino de visita armamos en el living una improvisada mesa para jugar. El primer partido lo perdió y fue como el tenis a dos sets, los otros los gano sacando al estilo tenis. Ese piojo es un poco loco y al verlo crecer no va a ser como yo quería pero lo voy a querer igual es un buen chico é inteligente y las cosas cambian constantemente. Quizás cuando sea más grande cambie en algunos aspectos que no me gustan de su manera de ser.
Ya se fue el piojito, contento a jugar fútbol en el club de la zona. Jugó un rato al ping-pong con una pelotita profesional conmigo. Juega bien y hasta tiene sus momentos brillantes, ganó cada punto bien jugado y solo tiene 11 años.
Bueno, basta de sobrino. No lo voy a volver a ver hasta dentro de una semana.
Nota: Besos y gracias por visitar mi blog.
Cambiando de tema, un capitulo merecería la gansa, allá tienen dos gallinas y una gansa y esa gansa parece polar en plena nevada se metía al fuenton con agua que le puse por las dudas de que la loca se meta a jugar y se metió nomás con agua fría y copos de nieve dándole cabezazos al agua y metiendo el cogote más no poder. La miraba perplejo, ¿Cómo puede ser que disfrute tanto del agua helada? ¿No tiene frío? Luego masticaba el agua, también hace ruido como a serpiente y pica. Si lo sabré un poco más y me quedo sin uno de mis “gemelos”. Eso sucedió cuando teníamos que atraparla para cortarle las alas para que no vuele (se le cortan un poco las extremidades), con las gallinas lo mismo pero estas vuelan poco aunque lo suficiente para salirse del alcance de uno.
Es los últimos días estuve viendo demasiado al piojo y como desinstalé los juegos que tenía en la mi PC, mi vieja le compro unas paletas de ping-pong y cuando vino de visita armamos en el living una improvisada mesa para jugar. El primer partido lo perdió y fue como el tenis a dos sets, los otros los gano sacando al estilo tenis. Ese piojo es un poco loco y al verlo crecer no va a ser como yo quería pero lo voy a querer igual es un buen chico é inteligente y las cosas cambian constantemente. Quizás cuando sea más grande cambie en algunos aspectos que no me gustan de su manera de ser.
Ya se fue el piojito, contento a jugar fútbol en el club de la zona. Jugó un rato al ping-pong con una pelotita profesional conmigo. Juega bien y hasta tiene sus momentos brillantes, ganó cada punto bien jugado y solo tiene 11 años.
Bueno, basta de sobrino. No lo voy a volver a ver hasta dentro de una semana.
Nota: Besos y gracias por visitar mi blog.