En mi pecho solo quedan cenizas de lo que fue el paso de tu amor, desecho en mil pedazos y con el humo elevándose al cielo desapareciendo lentamente. El cuerpo pesado, seco y desquebrajándose en cada paso sin encontrar un consuelo ni sustituto para un sentimiento corrompido transformado y moribundo fluyendo por las venas sentido en cuerpo, mente y alma. Perdido sin control, desamparado en plena noche fría y lluviosa con un silencio abrumador que avisa la llegada de algo peor.
El sufrimiento agudo y silencioso a ido apaciguándose con el tiempo, la helada ausencia que a dejado tu partida llena el espacio que un día ocupaste. Cuando conocía la felicidad y pensaba en un mañana juntos, todo era distinto como iba a pensar que el cielo se convertiría en infierno y lo pleno en un vacío interno. El cielo que antes era azul y radiante se convirtió en un gris monótono y envolvente.
El sufrimiento agudo y silencioso a ido apaciguándose con el tiempo, la helada ausencia que a dejado tu partida llena el espacio que un día ocupaste. Cuando conocía la felicidad y pensaba en un mañana juntos, todo era distinto como iba a pensar que el cielo se convertiría en infierno y lo pleno en un vacío interno. El cielo que antes era azul y radiante se convirtió en un gris monótono y envolvente.
Nota: Dedicado a quien se identifique.
Para acompañar el post les dejo a:
Ricardo Arjona
"Quien"
Ricardo Arjona
"Quien"