Mañana templada con mediodía caluroso, llegué a las 11:30 dispuesto a esperar un tiempo largo. Me lleve una sorpresa al darme cuenta que me iban a atender sin tener que esperar, paso y empiezo a hablar con la licenciada. Fueron unos 15 minutos agradabas de charla, me preguntó como estuvo mi semana y sobre lo que hablé con Lucas la semana pasada. Me hizo notar que estaba al tanto, ella estuvo más activa en las preguntas y yo contestaba las que podía. Algunas preguntas fueron relacionadas con los avances que estoy teniendo y sobre mi pasado más certeramente sobre mi niñez, en ese punto no quise hablarlo mucho ya que tengo vivencias superadas y volver a revivirlas no me iban a hacer bien. No pasé la peor niñez ni tampoco la mejor, soy la consecuencia de un montón de vivencias bien ó mal vividas pero en fin vividas. Luego de la charla me dio turno para la semana que viene a la misma hora, estoy de suerte ahora que parece que no voy a tener que esperar como antes.
En compañía de mi vieja, que me acompaña siempre, decidimos volvernos caminando haciendo un largo trayecto a pie. En el viaje de vuelta pasamos por zonas que no visitaba desde hace mucho tiempo viendo todo un poco cambiado pero manteniendo la esencia del lugar que es cerca del Hipódromo de San Isidro en donde hay un recorrido largo y hermoso. Luego se le ocurre pasar por la casa de mi hermana a visitar a su nieto así que tomamos ese rumbo, al legar mi sobrino no estaba así que tuvimos que esperar 30 minutos hasta que llegara a pie de la escuela. Todo muy bonito, hasta me lleve dos alfajores de regalo por parte de mi sobrino. Mi vieja vio la casa que no la había visto bien antes y luego partimos rumbo a casa. Tengo suerte que vivo en una zona bastante desarrollada de Buenos Aires y el paseo fue hermoso.
En compañía de mi vieja, que me acompaña siempre, decidimos volvernos caminando haciendo un largo trayecto a pie. En el viaje de vuelta pasamos por zonas que no visitaba desde hace mucho tiempo viendo todo un poco cambiado pero manteniendo la esencia del lugar que es cerca del Hipódromo de San Isidro en donde hay un recorrido largo y hermoso. Luego se le ocurre pasar por la casa de mi hermana a visitar a su nieto así que tomamos ese rumbo, al legar mi sobrino no estaba así que tuvimos que esperar 30 minutos hasta que llegara a pie de la escuela. Todo muy bonito, hasta me lleve dos alfajores de regalo por parte de mi sobrino. Mi vieja vio la casa que no la había visto bien antes y luego partimos rumbo a casa. Tengo suerte que vivo en una zona bastante desarrollada de Buenos Aires y el paseo fue hermoso.
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