El día comenzó temprano, a eso de las cinco de la mañana me levanto
y preparo las cosas para ir primero a la extracción de sangre para que me hagan un hemograma. No había mucha gente en la cola, por suerte, no sabían que desde hace unas semanas hay que sacar número para que te atiendan en orden. Apenas llegué saco número y no tuve que esperar a que me atiendan mucho tiempo ya que otros no sabían que hay que sacar número. De nuevo me sacó sangre la enfermera (realmente no sé que cargo tiene) más bonita que vi aunque me dejo como un colador de tantas pichicatas (alta exageración).
Luego de comprar un par de cosas vuelvo al hospital para hablar con Delfina (mi antigua psicóloga), no hablamos casi nada solo le hice un resumen de toda la terapia del año pasado y de la internación. Claramente el hospital no tiene internación siquiátrica pero lo hicieron igual. Cumplo con los horarios y las sesiones simplemente porque no quiero ir a Open Door, me salve un par de veces, no hay que tentar a la suerte.
Nota: A veces las cosas parecen más difíciles de lo que son.