Salimos más
temprano de casa para ver si encontrábamos el lugar en donde atienen salud
mental que antes era en el Hospital Municipal. Es bastante más lejos pero en
coche todo es más cercano. No pasamos unas cuadras, el que me dio la dirección omitió
muchos datos que pude completar gracias a Internet. Todos los que vi en el
lugar nuevo que queda en Tomkinson tomaron seriamente la pandemia mundial,
tanto profesionales como pacientes. Había poca gente antes de uno pero igual
tardaron en darme los papeles que necesito (no dan turno, solo hemograma y recetas).
A la hora de espera, habré llegado a las 8:30 y la vi 9:30 más o menos, llega mi
psiquiatra con barbijo casero. Estaba más perdida, no conocía el lugar pero me conoce
y me siento cómodo con ella. Me aviso que ya no están haciendo turnos ya que no
puede atender como antes en un consultorio. Ahora ya no hacen hemogramas con
turno en laboratorio del Hospital Municipal, solo guardia de laboratorio. El
hemograma lo hacen en otra clínica que supuestamente es más rápido y es cerca
del nuevo lugar. Ese mismo día voy a que me hagan nueva receta y hemograma sin
o con la psiquiatra que me atiende hace un año.
Nota: ya sé el lugar y como
hacer. Algo anecdótico es que me indicaba que el nuevo lugar para el hemograma
era contrario a donde me dijo, tuve suerte que otro doctor la corrigió sino iba
a dar vueltas cíclicamente.
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