Pequeño post a Andrés M.

Pasó bastante tiempo desde que lo conocí, mucho no recuerdo pero para mi merece que le escriba aunque sea unas líneas.

Andrés es un hombre de 48 años de baja estatura y contextura frágil hacia las cosas lentamente y siempre tenía problemas para abrir paquetes ya sea de galletas o de la comida que vienen cubierto con bolsitas. Hace 4 años "lo persigue Macri" por una mujer. Según recuerdo la mujer fue secuestrada y obligada a prostituirse. La mujer (según decía Andrés) no quería quitarse "las bragas" porque estaba enamorada de él. También hablo sobre el pastor Giménez no recuero textualmente pero recuerdo que no dijo nada lindo del pastor.
Lo primero que me llamó la atención fueron las uñas de los pies, eran blancas. Hablando con las enfermeras cuenta que se las pintó de blanco porque las uñas las tenía negras. Siempre con anteojos oscuros, las damas de rosa le lavaron el cabello en una especie de pileta inflable en ese momento se sacó los antojos y notamos que tenía las cejas depiladas. Oscar se reía mucho. Se armo un buen ambiente. Andrés fue al hospital porque (según dice) un auto lo estaba persiguiendo y empezó a correr varios kilómetros. En la corrida se lastima un pie, por eso estaba internado en la sala. Hubo un momento de tensión, comenzó con una inyección en la nalga que le dolió mucho y estuvo como loco por ese tema. Cuando le iban a darle la inyección de nuevo se puso colorado y empezó a levantar la voz y que no quería que le den de nuevo la inyección en la nalga. Recuerdo que dijo: "¿Por qué todo que si?" "¿es mi cuerpo?". En realidad dijo más cosas pero estoy medicado y la mente no me funciona normalmente como para decirlo textualmente.
Él vivió a la intemperie bastantes años, a veces dormía cerca de las vías del tren. Recuerdo que dijo que vivió todo un mes tomando sopa light, compraba cincuenta y le alcanzaba para todo el mes. Le pregunté ¿Por qué light? Pero me lo respondió.
Recién me acuerdo le decía a Oscar que tomando cítricos se le iba a ir el virus del HIV. Lo escuche hablar y hablar y muchas veces fue divertido aunque no sensato.

Andrés estaba feliz tuvo una pensión y lo llevaron a Open Door, las últimas palabras que me dijo fue: "Que Dios te bendiga" luego de un apretón de manos.

Nota Seguramente nunca lea este post pero se lo tenía que dedicar, un abrazo y adelante.