martes, 6 de mayo de 2014

Dinero, decisiones racionales y emocionales

Conclusión

Los experimentos antes descriptos muestran como, bajo determinadas circunstancias, las personas actúan de una manera totalmente distinta a lo que dicta la economía racional, y muchas veces en contra de sus propios intereses, ponderando aspectos que no son tenidos en cuenta en esa escuela de pensamiento, como la ambición desmedida y luego el miedo, el "sesgo presente" o el "efecto anclaje".

Ello demuestra que cuando se trata de gastar, ahorrar o invertir, nuestro accionar está bastante alejado de lo que dictan los modelos matemáticos con los que fueron escritos la mayoría de los libros de economía: experimentamos en el día a día miedos, alegrías, celos, ambiciones, codicia y muchos otros sentimientos no "cuantificables" ni generalizables que influyen en la decisión final.

Lo dicho establece un cambio de suma importancia que podría explicar "anomalías" económicas que no encuentran razones dentro de las escuelas tradicionales.

El racionalizar las situaciones para luego decidir parece no ser suficiente para entender la conducta económica de los individuos. Ganará dinero (y poder) aquel que sepa entender nuestras emociones y no nuestra racionalidad en lo referente a la relación con el dinero.

Fuente:  Decisiones racionales y emocionales para el manejo del dinero.

No hay comentarios.: