Estoy feliz, el año que paso me ayudo a reencontrarme con las pequeñas cosas y a valorar más los sentidos y la vida. Corrobore muchas veces que se aprecia más las cosas cuando uno las pierde, algo que me paso con los asuntos del corazón. Ahora estoy solo, pero en ocasiones añoro esos tiempos de enamorado y esas noches de pasión aunque solo en ocasiones.
Sé que estoy bien y que mi suerte podría ser otra. Lo sentí agudamente cuando en el neuropsiquiátrico vi a una persona en particular, él estaba sentado en el suelo casi pasaba desapercibido (no soy muy observador) hasta que llegó su turno. En la sala de espera había unas siete u ocho personas más y uno era un niño. La persona en cuestión tenía un cuerpo grande, trato de levantarse y al intentarlo se noto que tenía el pantalón descocido en la zona genital y para colmo no llevaba ropa interior dejando expuesto a la vista sus genitales en ese momento siguió tratando de levantarse aunque torpemente hasta que cayó sentado. Claramente necesitaba ayuda, lo vi como a un ser indefenso y torpe, al ver que todos solo miraban sus miserias sin hacer nada pienso en ayudarlo a levantarse. Voy y lo agarro del brazo (mi viejo lo agarra del otro) y noto que su ropa estaba impregnada de suciedad y sudor de varias semanas (era verano) pero no me dio asco tampoco lástima luego lo acompañe hasta el pasillo. El trayecto que hizo caminando lo hizo como si estuviera drogado o ebrio, se tambaleaba hacia un lado y hacia el otro haciendo equilibrio como podía.
Me di cuenta que ese podría haber sido yo, mentalmente cambié los roles y note la suerte que me acompaña. Él realmente estaba mal y en cambio yo no valoraba nada de lo que tenía, le restaba valor ó no le daba importancia. Muchas veces siento que tengo más de lo que merezco, la vida es generosa conmigo.
2 comentarios:
gracias bombon!
un beso
Hola Lady, de nada corazón voy a seguir pasando.
Un besote
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