Una mañana muy helada pero igual voy feliz a ver a mi psiquiatra que
atiende a unas 8 cuadras de casa. Siempre prefiero lo mas temprano
posible, cuando llegue no había nadie pero a los 5 minutos hubo muchas
personas. Llegue a las 8:30 y mi siquiatra a las 8:50. Nunca me saluda
cuando llega pero me habla perfecto una vez que estoy en el consultorio.
Se nota de lejos lo muy inteligente que es, una claridad mental
fenomenal. Se le entiende perfecto y me va a ayudar con unos tramites
importantes que tengo que hacer a finales de este mes. Estoy un poco
nervioso porque hay mucho dinero implicado. El hemograma como siempre me
dio bien.
Nota: Dios me ayuda con sus ángeles. Personas maravillosas.
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