Solo para pedir recetas y un turno voy a la casa acondicionada para atender psiquiatría. Cuando llegué solo había un par de personas luego llegaron cinco o seis. Un viejito esperando antes que yo lo veo sentado y con dolores en el pecho y el estómago, las que atendían ni siquiera llamaron a una ambulancia. No les costaba nada pero así fue. En cinco minutos ya tuve las recetas y el turno telefónico para el viernes de la semana que viene. Ya el frío se fue, no hay heladas como antes.
Nota: lo que note es que hay mucha gente soberbia en ese lugar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario