El martes pasado vuelvo a internarme para la remoción de la vesícula, pensé que iba a ser mas fácil que la primera vez que fui para sacarme unas piedritas sueltas ya que iba a estar solo 4 días internado. Me equivoque, llegue el martes a horario pero tardaron mucho en meterme en sistema. Llegue a la habitación y no había nadie. Me prepare para la operación con el uniforme verde y sin nada abajo. Hizo esperar mas de 3 horas y dudaba si iba a entrar al quirófano ese día. Cerca de las 18 vienen con una silla de ruedas para llevarme al quirófano. El lugar estaba muy frio y tuve que esperar un buen rato. Lo ultimo que recuerdo del quirófano es que estaba boca arriba con los brazos extendidos. Según mi padre la operación duro mas de una a hora. Me desperté en la habitación con unos dolores terribles. Lo mas doloroso fue el "drenaje" al costado de la cintura que es un tubo de casi 40 centímetros de largo metido en el cuerpo y con un punto para que no se salga. No dormí en toda la noche del dolor ni hablar cuando me lo sacaron. De terror, todo fue un proceso difícil y doloroso pero ya paso se tenia que hacer. Volví a casa el ultimo viernes. Iba me iban a dar el alta un día anterior pero tenia mucho dolor y no podía moverme y el cirujano lo pospuso un día mas.
Nota: de ahora en mas todo el tiempo que viva va a ser un regalo de Dios.